El ajedrez a ciegas es una de las formas más espectaculares de jugar al ajedrez, y una de las que más asombro causa entre los neófitos. Como su nombre indica, consiste en que se juega sin ver el tablero, con lo que cada jugador ha de retener la posición en su mente. Las jugadas se comunican de palabra, mediante notación algebraica por ejemplo, o bien mediante sistemas más sofisticados como un ordenador.
El primer caso registrado del juego "a ciegas", según un manuscrito del Museo Británico, ocurrió por el año 970, cuando un viajero griego llamado Joseph Techelebi, sorprendía a los ajedrecistas con una increíble habilidad para jugar, y triunfar, sin ver el tablero de ajedrez. Techelebi, según cuentan, estuvo en Italia, Persia y en varias regiones del Este, extendiéndose su reputación por varios países. Según los tratadistas árabes, otro jugador de esta modalidad fue Said Ben Yugair Al Kufi (siglo IX), fallecido en el 820 d.c.
Máximo Borrell cita como primer practicante de la modalidad de partidas simultáneas a la ciega a a un jugador llamado Bizzeca, que condujo tres partidas a la vez en Florencia en 1266.
Actualmente, el torneo Melody Amber de Mónaco reúne cada año a los mejores jugadores del mundo que se enfrentan en duelos singulares que consisten en una partida rápida y una partida a la ciega. En este torneo, los jugadores tienen una pantalla de ordenador delante donde se muestra un tablero vacío, sin piezas, y realizan su jugada mediante el ratón del ordenador indicando la casilla de origen y la de destino de la pieza que quieren mover.El ajedrez a ciegas, sobre todo el juego de maestros en varios tableros al mismo tiempo, siempre sorprendía al público.
Por primera vez, una a ciegas en dos tableros la mostró el maestro francés Francois-André Philidor en el año 1745. Este evento fue mencionado incluso en la famosa enciclopedia francesa de Denis Diderot. Y en el año 1858, en París, el famoso ajedrecista americano Paul Charles Morphy jugaba a ciegas ya 8 partidas simultáneamente. En el siglo XX los récords mundiales de ajedrez a ciegas fueron establecidos por famosos grandes maestros Harry Nelson Pillsbury - 22 tableros en el año 1902, Richard Réti - 29 tableros en el año 1926, Alexander Alekhine - 32 tableros en el 1933. Esta simultánea duro 12 horas ininterrumpidas. Y pasados 17 años, el record mundial de juego a ciegas - 52 partidas al mismo tiempo - fue establecido por el gran maestro húngaro János Flesch.
El juego a la ciega no es nada sencillo, exige un esfuerzo descomunal y no todos son capaces de soportarlo. Un ejemplo muy ilustrativo es el de Kermur de Legal, considerado el mejor jugador del mundo en su época, que sólo llegó a jugar una partida a la ciega en su vida y quedó tan agotado que prometió no volver a disputar otra jamás.
La notoriedad del ajedrez a la ciega se extendió como un reguero de pólvora gracias a otro jugador francés: Andre Danican Philidor. Sus exhibiciones en el café de La Regence eran seguidas por auténticas multitudes y fue reclamado en distintos países para realizar simultaneas. Pero las hazañas de Philidor quedaron en el olvido con la llegada de otro genio: Paul Morphy. El estadounidense jugó 6 partidas a la vez en 1858 (New Orleans), hazaña superada al poco tiempo por Louis Paulsen, que
batiría Morphy esa marca acto seguido con 10 partidas. Éste fue el comienzo de una gran rivalidad entre los maestros, buscando el record de más partidas disputadas a la vez.
En el año 1924 se decidió homologar estas marcas debido a los intentos de fraude de algunos jugadores. La primera marca homologada correspondió a unas simultaneas de Alexander Alekhine, 26 partidas en New York.
Todos estos records deben valorarse en su justa medida, un punto importante a tener en cuenta es la calidad de los rivales a lo que se enfrentan los maestros, a veces el número de contrincantes es alto, pero si son simples aficionados la dificultad disminuye. Por eso las actuaciones más meritorias correspondieron al estadounidense Harry Nelson Pillsbury, que era quien añadía más dificultades a sus exhibiciones. Por ejemplo, en el año 1902 (durante el Torneo de Hannover), Pillsbury se enfrentó a 21 rivales (todos participantes del torneo) durante 12 horas, con un resultado de : +3 =11 -7. Éste puede ser considerado el mayor esfuerzo que se ha realizado en la historia del ajedrez a la ciega, sobre todo teniendo en cuenta que también jugó manos de whist y que repitió una lista de palabras "complicadas" que le habían sido comunicadas horas antes.
Finalmente, el privilegio de ostentar el record vigente en la actualidad corresponde a George Koltanowski, marca lograda en la ciudad de San Francisco en el año 1961, jugando contra 56 rivales a la vez.
En la actualidad el ajedrez a la ciega es poco practicado, los GM consideran que supone un esfuerzo demasiado grande, algo que terminaría por afectar a sus resultados -en la URSS prohibieron a sus jugadores jugar sin ver por este mismo motivo-. Sin duda el acontecimiento más esperado del año, en cuanto a ajedrez a la ciega se refiere, es el Torneo Melody Amber que se disputa en Mónaco. Dicho torneo consta de dos competiciones: una de rápidas y otra de partidas a la ciega. Ésta es prácticamente la única oportunidad de ver a los mejores jugadores del mundo jugando a la ciega, a Mónaco suelen acudir los primeros del ranking FIDE y se suelen presenciar grandes espectáculos, ya que al ser partidas rápidas, no computan para la puntuación Elo y los jugadores pueden jugar sin tanta presión, por lo que se atreven a corres más riesgos de los habituales.
Otra especie de milagro, difícil de comprender, fue obrado por Jacques Mieses en el año 1943, en Londres. A la tierna edad de ¡¡78 años!! jugó 5 partidas simultaneas a la ciega (+2 =3), parece algo paranormal que un cerebro en el final de sus días pueda rendir a un nivel tan espléndido.
Como pueden ver, el ajedrez a la ciega es una disciplina muy complicada, exige un esfuerzo sobrehumano y está reservado sólo a las mentes más brillantes. Para el aficionado es un espectáculo atrayente, sobre todo cuando el GM realiza una partida con combinaciones espectaculares
Las partidas simultáneas de ajedrez (también llamada exhibición simultánea de ajedrez, y comúnmente abreviada a simultáneas) es un evento en el que un jugador (por lo general un maestro o Gran Maestro) juega múltiples partidas de ajedrez a la vez contra varios jugadores (usualmente por debajo del rango de maestro).
Normalmente,en este tipo de exhibiciones suele haber 20 oponentes o más, y no se utilizan relojes. El exhibidor va de tablero en tablero en un orden fijado. Los tableros suelen estar ordenados en un gran círculo o cuadrado. Cuando el exhibidor llega a un tablero, primero espera a que mueva el oponente y luego efectúa su movimiento. El exhibidor puede tomarse una pequeña pausa para pensar antes de responder, pero no debe hacer pausas muy largas ya que entonces la exhibición se hace demasiado larga. En la mayoría de las simultáneas el exhibidor juega todas las partidas con las piezas blancas.
En las simultáneas cronometradas se utilizan relojes y se juega con un control de tiempo similar al de los torneos normales. Debido a que la presión del tiempo puede ser muy fuerte, en las simultáneas cronometradas el número de oponentes suele ser menor.1
Ocasionalmente, grandes maestros han dado exhibiciones simultáneas de ajedrez a la ciega. En este caso, el exhibidor recibe verbalmente la indicación de los movimientos de sus oponentes a través de un árbitro o intermediario, e indicándole a su vez su movimiento para realizarlo en el tablero.
Grupo 10: Antonio Arjona, Nacho Torres y Victor Fuentes
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